Jamás yo pensé encontrarte
en este camino oscuro,
en este rincón de un arte
que siempre vagó inseguro.
Sabía de la belleza
que brinda la blanca luna,
mas no de la sutileza
que tú das como ninguna.
Y sin revelar asombro
por todo lo que tú eres,
te digo que yo te nombro
la reina de las mujeres.
Jamás yo soñé en un verso
que irías por mi camino,
que fueras mi sueño terso,
mi paso a lo cristalino.
Sentía que el mundo entero
tan sólo me daba penas,
y ahora, que yo te quiero,
me miro con dichas plenas.
Y en este latir de un pecho,
que suena en la lejanía,
yo creo que es mi derecho
quererte con alegría.
Jamás yo pensé en la vida
soñar en tanta lindura,
en esa flor escogida
que aroma con su dulzura.
Sabía que la tristeza
te invita a escribir hermoso,
pero nunca que la simpleza
te ayuda a vivir dichoso.
Y ahora que está presente
tu beso que libre quema,
¡ya sé que el amor se siente
más vivo que en un poema!